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Para morir, el mundo

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El cocinero

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Louis-Ferdinand Celine

Obras

Tres libros que me han marcado como lector

Las hormigas
Bernard Werver

El Hobbit
Tolkien

Madame Bovary
Flaubert

Tres imprescindibles en mi vocación de escritor

Chejov

Kafka

Cervantes

Libros en los que se ha inspirado El cocinero?

El Perfume
Un libro íntimamente relacionado con El cocinero es El Perfume, que me impactó profundamente, aunque me alejé de él mucho antes de comenzar la escritura para que no hubiera vasos comunicantes y evitar que Süskind se infiltrara en mi cerebro como un ninja

El Lazarillo
Lo mismo con el Lazarillo. Son lecturas que guardas en el inconsciente, de forma que brotan semillas de forma natural

Cuando escribo, procuro apartarme de lecturas que tengan algo que ver con la obra para mantener una distancia requerida, y ser genuino. Otra cosa es para adentrarme en el lenguaje de la época, lo que fue imprescindible

Películas

Películas/series que inspiraron El cocinero

La Misión
Roland Joffé

Ratatouille
Brad Bird y Jan Pinkava

Cualquiera de los grandes largometrajes de Charles Chaplin

Música

La banda sonora de El cocinero

Cantigas de Extremadura

Los trabajos de viola de gamba
Johann Friedich Ruhe

Los trabajos de Marin Marais, interpretados por Jordi Savall

La suit orquesta de La Misión
Ennio Morricone

El duo de cuerda Bocherinni

Canciones favoritas

Sones jarochos mexicanos

Música sufí de Turquía

Coros de Okinawa

Gastronomía. Si El cocinero fuera

Un ingrediente sería...


La imaginación. Ese es el ingrediente principal, como puede comprobarse en una de las recetas que se incluyen, basta con ella para construirlo todo, aunque te encuentres en uno de los camarotes del sollado con una bombilla y un catre.

Un plato de comida sería...


El que aparece en la receta del último capítulo y que lo define todo no solo de la novela, sino de la vida humana, pero sería un spoiler

Una bebida sería...


Licor de mandrágora con nieve picada, un toque de angostura y rayaduras de corteza de limón

Una especia sería...


El simple tomillo, muy usado en la cocina mediterránea. Aromático y delicioso, y al mismo tiempo lleno de misteriosas propiedades con las que alucinaría cualquier farmacéutico, además de cualidades esotéricas

Un olor sería...


El de una cereza, cuando llevas tres días sin comer

Un sabor sería...


Pan recién hecho

Un utensilio de cocina sería...


Un puñal

Influencia geográfica en Luis Cerezo

El cocinero

Viajes

Ciudades en las que transcurre El cocinero

Las ciudades que recorre Alvar tuvieron una importancia fundamental en nuestra cultura. Su legado fue de una u otra manera, cayendo en el olvido. Pero los paisajes en los que se asientan continúan manteniendo esa energía.
Sahagún, que no fue más que una villa romana al pie de la vía que en tiempos muy pretéritos enlazaba con Italia. Sería un foco cultural en la edad media, donde convivían comerciantes europeos, judíos y musulmanes. Cobró fama gracias al monasterio que fue un centro universitario importantísimo. Su decadencia posterior es muy intrigante. Solo se conserva de él la puerta: uno de los misterios que son el campo de juego en una novela como esta, donde procuras ceñirte a la historia, y escarbas en sus huecos.
En las calles de Valladolid es el lugar donde desemboca Alvar. Era una ciudad cargada de energía, así como conflicto, debido a los profundos cambios de la era. Allí se casaron en secreto los Reyes Católicos. Murió Cristobal Colón en la miseria, acudiría Magallanes a hacer las capitulaciones, viviría Cervantes, y conseguiría el privilegio para realizar la primera impresión del Quijote, que se le sería concedida por diez años.
El centro político del primer imperio global sobre la tierra nos parecería casi un pueblo en esta era. Entonces, una población de cuarenta mil personas era de importancia, pero hoy sorprende ese tamaño frente a una magnitud cultural inmensa, que aún nos influye. Ya en 1481 contaba con imprenta, y multitud de colegios universitarios. También allí surgió el espanto de la burocracia moderna, y se establecería el tribunal de la Inquisición más poderoso de la época.
Como Sahagún, Valladolid borró gran parte de su memoria. Muchos de sus edificios históricos fueron derribados a lo largo del siglo XX, en distintos planes urbanísticos, aunque queda alguna joya.

Paisajes en los que transcurre El cocinero

El protagonista transita en una era donde poblaciones se encontraban muy aisladas, conectadas por caminos llenos de peligros. Inicia su andadura en las montañas al norte de la cordillera cantábrica. Un paisaje salvaje entonces, donde las especies dominantes eran el oso y el lobo. En sus faldas hay lugares que aún guardan leyendas, sobre aquelarres, lugares mágicos. Camino que unían aldeas entonces enfrentadas con frecuencia, en guerras señoriales. La miseria era lo habitual, y la economía era de subsistencia. Llegando a la llanura, los caminos de Castilla que tan bien trazó Cervantes, donde la ley ahorcaba al pie del camino, debido a que estaban llenos de salteadores.

Si no fuera España, dónde te hubiera gustado ambientar El cocinero

En el Japón de la era Sengoku Jidai, cuando el imperio estaba en guerra, y la ruta de Nakasendo era un mosaico de monjes, peregrinos, guerreros errantes y poetas. Japón para mi es una segunda casa, y su cocina es tan rica como la nuestra.

Hechos históricos

Que me han inspirado a la hora de escribir El cocinero

El hecho de que no hubiera tomates, ni pimientos, y tampoco patata. Es inconcedible, me dije: ¿cómo puedo hacer una novela con recetas sin eso? Hubo parte del reto para mi, es como cuando casi perdí el ojo, porque se me ocurrió que quería ir a ver que pasaba en una playa del Mar de Japón, cuando venía un tifón. Por suerte no perdí el ojo, y acabé el libro.

Si no hubiera sido cocinero en esa época Alvarillo hubiera sido...

Ladrón, y comediante de la legua. Demasiado curioso e inquieto para pasar desapercibido en la vida gris del servicio sin que le martirizaran, y son las oportunidades más probables que un pillo de su clase, hubiera encontrado en el camino.

Influencia emocional en Luis Cerezo

El cocinero

Pequeños momentos que me inspiran

Girl in a jacket

Cortar leña con un hacha que pesa más que lo que debería

Girl in a jacket

En invierno escribo sempre junto a un secador de viaje encendido.

Girl in a jacket

En verano, un ventilador al que ato una tira de papel empapada en aceite de bergamota, y que apunto a mi cabeza

Girl in a jacket

Fürin, la campanilla de metal que hay en mi ventana, que suena cuando hay viento

Filias

Girl in a jacket

Me gusta el té fuerte y el café fuerte

Girl in a jacket

La música suave

Girl in a jacket

Me gusta vestir con pantalones de fontanero, y botas de trabajo y tener solo eso en el armario para cada día de la semana

Girl in a jacket

Me gusta caminar por la calle con tapones en los oídos, bajo auriculares insonorizantes, de forma que deambulo aislado en una banda sonora. He sobrevivido a tres atropellos a causa de ello, lo que provoca que aprecie mucho cada día que vivo

Girl in a jacket

Me gusta ver películas malísimas, como los Castores Zombies, mientras como queso seco de oveja con patatas fritas y bebo vino espumoso directo de la botella, con una pajita

Girl in a jacket

Me gustan las llamadas telefónicas comerciales porque puedo volver loco a un desconocido de forma impune, al tiempo que equilibro la energía kármica del universo

Girl in a jacket

Me gusta mostrar simpatía, y cortesía exquisita con las personas antipáticas

Girl in a jacket

Me gusta que mis gafas se oscurezcan cuando hay sol

Girl in a jacket

Me gusta trabajar con un pequeño monitor al lado, que reproduce un vídeo con lluvia golpeando sobre una viga. También me gusta ver vídeos de personas que arreglan tornillos de banco oxidados. Tengo una colección de ellos

Fobias y odios

Girl in a jacket

Tengo ictofobia, fobia a los peces. Si me fijo en un pez, sufro un cortocircuito mental. Esta es mi mayor fobia

Girl in a jacket

Odio que las gafas sigan oscuras durante un rato, cuando entro en interiores

Girl in a jacket

Odio los "ismos"

Girl in a jacket

Odio la música de ascensor

Girl in a jacket

No soporto los coros vocales, cuando hacen mal el glissando. Se fija en mi mente y tardo días en borrar la sensación

Girl in a jacket

No puedo entrar en un supermercado desconocido, por si tropiezo con la pescadería y allí aguardan todos esos ojos mirando

Ilusiones

Girl in a jacket

Quisiera vivir en un barco durante un tiempo. En su momento, pagué la señal de uno de madera que tenía casi un siglo para irme a vivir a este, pero resulta que era imposible -imbecil de mi- pilotar un bicho tan grande de dos mástiles que tenía el casco podrido

Girl in a jacket

Que el mundo se llene de buen arte, buenos libros, buen cine, buena música, ya que son alimentos esenciales para cultivar las almas

Un deseo

Girl in a jacket

Me gustaría poder volar. No paracaídas, ni avionetas. Volar en serio, como un pájaro. En su defecto, quisiera poder repetir mis sueños lúcidos, todas las noches que quisiera

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